El Dr, Stuart Newman explica los inconvenientes científicos y éticos que ve en la creación de embriones de tres padres.

El Dr. Stuart Newman, Profesor de Biología Celular y Anatomía del New York Medical College, Valhalla, NY, Estados Unidos, explica los inconvenientes científicos y éticos que ve en la creación de embriones de tres padres.
 

Este experto investigador manifiesta en la entrevista sus objeciones éticas y técnicas a la realización de los embriones humanos procedentes de tres parentales, aprobados por el Parlamento Británico. Afirma que aunque la experiencia se realiza para evitar la transmisión de mutaciones en el ADN mitocondrial, se trata de una técnica insegura y que supone una modificación genética en la línea germinal, dada la interacción y participación de los genes mitocondriales en el desarrollo de los embriones. Explica los riesgos de esta tecnología y afirma categóricamente que estas técnicas no deberían ser nunca aplicadas para producir una nueva clase de seres humanos.

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SOBRE LA PROCREACIÓN SEXUAL TRI-PROGENITORA

Por José Antonio Chamorro Manzano (Miembro de CIVICA, Ensayista en materia teológica natural y moral)

Resulta indudable que la procreación reproductiva de los individuos vivientes forma parte de los planes creacionales divinos, a efectos de perpetuar y dar evolución a la vida terrestre. El sistema procreador establecido por los más primitivos y simples seres vivientes habidos, fue algún sistema de elaboración individual; hasta que, como fruto de la evolución acumulada a lo largo de indeterminable número de miles de millones de años, hubo individuos que conocieron las ventajas de cooperar en parejas de miembros de la misma especie para procrear un mismo individuo filial –o varios o muchos–. Dando lugar, con ello, al surgimiento del sistema sexual.

La teología natural enseña que, en todo surgimiento de nueva vida, se necesita un esencial componente motor individual; se necesita un alma. Y la creación y la asignación del alma son de competencia exclusiva de Dios. Así, siempre que Él siente la presencia de un viable elemento o semilla germinable o fecundable, Él paternalmente le infunde respectiva alma, alma debidamente dotada e inspirada a efectos motores y guías existenciales. E, inmediata o simultáneamente con la toma de posesión, por parte del alma, del elemento o semilla germinable o fecundable, las almas del progenitor o de los progenitores que intervienen inspiran la nueva alma con sus respectivos “códigos genéticos genealógicos”, y lo hacen a efectos funcionales genéticos y a fin de que esta nueva alma sepa, desde su primer instante existencial, sepa cómo actuar para ir dotándose de propio organismo corporal y poder sobrevivir conforme a las enseñanzas genéticas elaboradas por todos sus antecesores en las larguísimas cadenas genealógicas concurrentes en él.

Pues bien, en el caso ahora pretendido de que intervengan dos madres, con respectivas aportaciones parciales para la obtención de un único óvulo, ¿qué ocurrirá? ¿Interpretará Dios que el óvulo resultante de esa doble aportación maternal es viable y, en ese caso y tras la incorporación del espermatozoide, Él le infundirá alma a ese conjunto y esta alma podrá conseguir dar vida a un individuo más?

Porque ahí caben dos posibilidades:

- Que solamente fuera utilizada como fundamental la aportación gamética de una de las dos madres, y entonces la fecundación y el subsiguiente proceso gestatorio serían los naturales hasta ahora, pero con imprevisibles consecuencias causadas por lo incompleto de la aportación gamética utilizada. O,

- Que fueran utilizadas como fundamentales las aportaciones gaméticas de ambas madres, y entonces la fecundación y el subsiguiente proceso gestatorio hubieran de ser innovadores; puesto que la nueva alma filial dispondría de tres códigos genéticos genealógicos y resultaría que la nueva criatura surgente habría de:

- Sintetizar y unificar la información genética contenida en los tres códigos inspirados por el conjunto de los tres progenitores,

- también debería dar la nueva criatura surgente acomodo a tres grupos de cromosomas –un grupo de 23 cromosomas aportado por el padre, un segundo grupo de 23-X cromosomas aportado por una madre y un tercer grupo de X cromosomas aportado por la otra madre–.

y con ello, al cabo de unas horas, el cigoto (la nueva criatura) dispondría de 46 cromosomas (pero procedentes de 3 dotaciones génicas, en vez de de 2).

Finalmente, se me ocurre pensar que los correspondientes análisis de ADN podrían explicar lo realmente ocurrido, en el aspecto compositivo somático, con la sustitución dicha de los X cromosomas.

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