Europa desea más niños - Crisis del índice de natalidad en el viejo continente

Comunicado por One of Us, el 27 de Septiembre de 2016.

Un anuncio lanzado por el ministerio de la salud italiano ha despertado una controversia: La “belleza no tiene ninguna edad. La fertilidad si la tiene". El objetivo de la campaña es hacer a las mujeres y a los hombres sensibles en la prevención de la infertilidad así como llamar su atención al problema de la baja natalidad. Específicamente, la tasa de fertilidad en Italia es 1.45 niños por mujer, lejos por debajo de los 2.1 que permite tener un cambio generacional. Debido a las varias declaraciones políticas contra el mensaje lanzado por el ministerio de la salud italiano, la publicidad ha desaparecido, pero no cambia el hecho de que los nacimientos estén en su nivel más bajo desde la unificación de Italia. En 2015, han nacido 15.000 niños menos que en 2014 y la edad media de las mujeres italianas a la hora de tener su primer niño se eleva a los 31.6 años.

Otros países de la UE tienen el mismo problema que Italia (véase el mapa adjunto), como es el caso de España, en donde un 87% de mujeres tienen niños, pero la cantidad de mujeres con apenas un niño ha subido, y la tasa está en 1.3 niños por mujer. La primera consecuencia de este índice de natalidad descendente es que por primera vez desde que se registran datos, en España hay más muertes que nacimientos.

Las causas son muchas, pero según estudios de los investigadores del Instituto Español de Economía, Geografía y Demografía http://iegd.csic.es, “…la precariedad laboral, el miedo a las opciones perdidas por ser madre en la trayectoria profesional, el equilibrio casi imposible entre el trabajo y la familia o la carencia de políticas familiares que redistribuyan la carga de la paternidad… “son algunos de ellos. Han sugerido algunas acciones que podrían invertir en parte este panorama: para crear una red de gran alcance de guarderías de niños de 0 a 3 años de la edad o reducir la desigualdad del género en la pareja, por ejemplo. “No sería incorrecto apuntar la campaña a los hombres…” ha señalado Gosta Esping-Andersen, profesor de sociología en la universidad Pompeu Fabra: “Los varones escandinavos ayudan al 45% en tareas de la casa y las tarifas de fertilidad están en la gama alta de Europa. Lo que anima a las mujeres a ser madres es que estén satisfechas con el equilibrio de los papeles en el matrimonio… “

Finalmente, varios profesionales sugieren que “ampliar el permiso de paternidad, tal como se ha previsto en 2007 en España, y también hacerla intransferible para no penalizar siempre a las mujeres en la esfera laboral”. Cambiar el umbral de reemplazo parece difícil. Pero es posible ir desde un umbral muy bajo a otro moderadamente bajo. Por lo menos se reduciría el déficit de bienestar.